HISTORIA DEL CUERO

 

La historia del cuero comienza con la historia del hombre. En la prehistoria existen pruebas de que algunas poblaciones prehistóricas de Europa ya dominaban las técnicas necesarias para curtir y cortar el cuero de los animales cazados. Estas pieles eran curadas bien al humo o bien impregnadas con grasas animales.

El cuero se utilizó para las primeras vestimentas humanas en los climas fríos, es bien sabido que los anglosajones hacían sus escudos y sus correas a modo de cinturón, llevando sandalias y pantalones del mismo material cuando se enfrentaban a la hora de la lucha.

La península ibérica ha estado desde sus comienzos muy unida con el cuero, se puede ver como la definición de Hispania en la era Cristiana mencionaba que la península era una piel de toro.

La producción del cuero se convirtió en uno de los oficios más antiguos del ser humano, y de forma ingeniosa dieron forma al cuero para convertirlo en una serie de objetos útiles y confortables. El hombre siempre despertó una atracción por este material, estimulando su imaginación y con laboriosos esfuerzos y tareas delicadas y artísticas los trabajos en cuero han despertado una fascinación innegable.